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domingo, 13 de enero de 2013

ÑATO CALIFA: A 7 AÑOS DE SU MUERTE LA CUMBIA CHORRERANA VIVE...

Carlos Felipe Isaacs (Ñato Califa)
Precursor de la Cumbia Chorrerana

Fue quizás la necesidad de tomarnos unas cervezas lo que nos impidió percibir que la tarde de aquel sábado tenía un sabor a melancolía. Corría el 13 de enero de 2006, y como todas las tardes sabatinas, realizamos una visita a nuestro gran amigo Luis Espino, dueño de un pequeño Jardín denominado La Rosy, un local enterrado en el corazón del barrio de La Tulihueca, en el Distrito de La Chorrera.  Estábamos el Catedrático de la Universidad Nacional José Daniel Santamaría, el Profesor Gilberto Arona y quien les escribe.

Lucho Espino nos recibió como todos los sábados, con cerveza bien fría y con órdenes de ostión guisado con patacones.  La ambientación musical correspondió a la rokola del lugar, y recuerdo con gran claridad que el Profesor Santamaría se gastó como tres dólares en música del acordeonista Teresín Jaén.

Poco a poco nuestra mesa se fue llenando de botellas de cerveza vacías, pero eso no era problema para tres bohemios como nosotros, Lucho gentilmente nos traía botellas llenas, y nuestra conversación se extendió hasta la noche.  Quizás el estar bajo los efectos del alcohol contribuyó a que la noticia nos conmoviera de una manera terrible, o quizás en el fondo, todos teníamos una vivencia que contar junto al precursor de la cumbia chorrerana, aquel hombre que sus padres le bautizaron con el nombre de Carlos Felipe Isaacs, pero que su pueblo de La Chorrera le conocía como el Ñato Califa.

Luis Espino no había terminado de llegar a la mesa donde nos encontrábamos y supe de inmediato que traía consigo malas noticias: Tenía la palabra "terror" dibujada en su frente, en su mirada y en todos los músculos de su rostro.  Entonces lo dijo: -Se acaba de estrellar el busito de Ñato cerca de El Cacao, parece que todo el conjunto está muerto, incluyendo el hijo.  

Esa noche, en aquel lugar, y en todo el Distrito de La Chorrera, cantaron las notas del acordeón de Ñato, y la cumbia chorrerana se escuchó en cada centímetro cuadrado de la geografía nacional de Panamá.

Hay muchas cosas que me gustaría resaltar sobre la muerte de Ñato Califa, y que sin duda, en aquel verano del año 2006, eran motivo de preocupación para todos los que amamos el folclor nacional.

Chía Ureña junto a Ñato Califa

Carlos Felipe Isaacs fue el precursor de un estilo de cumbia que con el correr del tiempo se denominó como Cumbia Chorrerana.  A diferencia de los conjuntos típicos modernos, en donde la gente baila frente a una tarima, esta se baila alrededor del conjunto, preservando así el estilo tradicional de antaño.

La Cumbia Chorrerana era de carácter gratuito y continuo.  En los bailes típicos se acostumbra a cobrar la entrada, el derecho a bailar (tac) las mesas, las sillas, y se hace una pausa entre pieza y pieza para que la gente consuma.  La Cumbia Chorrerana no para.  La gente puede entrar y salir cuando quiera, sin pagar, y sin dejar de escuchar la música.

La Cumbia Chorrerana es espontánea, comienza a las 9:00 p.m. y si no ha llegado el conjunto en su totalidad se empieza a tocar con los que están. Los demás se van integrando conforme van llegando, sin reclamos y sin memorando por llegar tarde, pues como el baile es gratis, no se cobra por tocar, y el que va es porque le gusta.  Esta no puede dejar de sonar, y si alguien se cansa, alterna con otro, de esta manera el músico descansa sin que la música pare.

La Cumbia Chorrerana es considerada por algunos como "la simulación al bailar de una lucha erótica entre el hombre y la mujer", pues se baila en una rueda en sentido contrario a las manecillas del reloj, sin parar, toda la noche.  Al entrar a la rueda, la gente puede bailar como quiera, no hay un paso específico, y cada persona le da al baile su toque personal.

Otra de sus características es el llamado "pichón", que es como se identifica el hombre que a su antojo escoja una dama de las que está bailando y le pide permiso a su parejo para que se la ceda; esto en ocasiones trae problemas, sobre todo cuando el solicitante está embriagado. Pero, en síntesis, es un baile muy ameno que congrega a gente por lo general conocida, que disfruta de la cumbia chorrerana.

La Cumbia Chorrerana fue por muchísimos años una alternativa para la gente pobre, sobre todo en la Feria Internacional de La Chorrera, pues ante el elevado costo de los bailes típicos modernos, el espacio para la cumbia era la opción ideal: Gratuita, continua y última en terminar de tocar.

Estas características muy particulares de esta cumbia era lo que le preocupaba a los folcloristas de La Chorrera, pues al no ser tan "comercial" era poco atractivo para la empresa privada apoyarla, y todos se preguntaban quien seguiría con la tradición al morir Ñato.  Su hijo, Carlos Isaacs, quien supuestamente sería su sucesor, también murió en el accidente.  Gracias a Dios esto no fue así, y el pueblo de La Chorrera es hoy por hoy, amo y custodio absoluto de su cumbia.

Desde los mares panameños, tras el timonel de nuestra Fragata Cultural, honramos la memoria de uno de los mas distinguidos hijos del Distrito de La Chorrera, y sin duda, uno de los mas grandes exponentes de nuestro folclor nacional:  Carlos Felipe Isaacs (Ñato Califa).  A siete años de su muerte, la Cumbia Chorrerana Vive...!

"Ay señores, qué será de nuestra cumbia, 
lloraremos día y noche con tristeza y amargura, 
llorar, llorar mientras se pueda llorar nuestra cumbia chorrerana".

¡QUE LA CUMBIA NO PARE..!

¡QUE LA CUMBIA NO MUERA..!






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