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lunes, 28 de enero de 2013

LA BATALLA DE STALINGRADO (Parte II).

Monumento al héroe de la Unión Soviética Rubén Ruiz Ibarruri.


Estimados Contertulios en la Red: ¡saludos! Continuando nuestro relato sobre la Batalla de Stalingrado.  Deseamos destacar que uno de los objetivos fundamentales de los nazis, durante esta encarnizada lucha, era Mamaev Kurgan, que estaba cerca de las fábricas Octubre Rojo y Barricadas, empresas en las cuales los obreros no solo se dedicaban a la producción de armas, cañones y tanques, sino también combatían, hombro con hombro, con soldados del Ejercito Rojo enfrentando a la peste parda cuando se producían las ofensivas nocturnas nazis.

Mijaíl Peregorodov,  un veterano de la Gran Guerra Patria narra que “En Stalingrado, al principio, yo defendía, con mi pelotón, el taller 17 de la planta de tractores, luego nuestro regimiento fue trasladado para defender la fábrica “Barricadas”. Al lado de nosotros estaban los voluntarios que operaban los tornos, fabricando proyectiles para el frente. De día trabajaban con nosotros en los tornos y, en cuanto las tropas alemanas emprendían la ofensiva, tomaban los fusiles colocados al pie de los tornos y también defendían a Stalingrado”.

Ante la proximidad de la llegada del invierno, el Comandante en Jefe de las tropas alemanas en el Frente de Stalingrado, Friedrich Wilhelm Ernst Paulus, decidió acelerar la toma de la ciudad y preparó una ofensiva que se ejecutó el 27 de septiembre de 1942. La principal fuerza alemana atacó al norte del Mamaev Kurgan, y  los asentamientos obreros de las fábricas Octubre Rojo y Barricadas.

Para octubre de 1942, los alemanes no habían conquistado toda la ciudad de Stalingrado, pero sí habían ocupado el 80% de ella. En ese octubre, los alemanes, tras tenaz resistencia soviética,  tomaron las fábricas de tractores Octubre Rojo y la de cañones y armas  Barricadas.

La conquista de Mamaev Kurgan de parte de los alemanes se convirtió en una tarea ineludible en virtud que los nazis comprendían que la toma de esa altura les permitiría dominar, con su artillería, al Río Volga.

Un punto estratégico en Stalingrado también lo era la Estación de Ferrocarril; por ese motivo a  lo largo de la Batalla de Stalingrado ese punto pasó 13 veces de mano.

En noviembre de 1942 las tropas soviéticas pasaron a la ofensiva. Unos días después, la agrupación nazi con sus 300 mil soldados quedó cercada.

Los intentos de los alemanes y sus aliados de romper el cerco resultaron infructuosos.

El 28 de enero Von Paulus trasladó el cuartel general de sus tropas a los sótanos del Univermag (tienda por departamentos)  y allí se ubicaron unos 3.000 heridos de diferente gravedad, enfermos con tifus, paratifoidea y disentería

Friedrich Wilhelm Ernst Paulus, mejor conocido como Friedrich Von Paulusfue condecorado por Adolf Hitler con la Orden de la Cruz de Caballero el 15 de enero de 1943. Dos semanas más tarde, el 30 de enero  Von Paulus fue ascendido a Mariscal de Campo y en un mensaje de Hitler se le recuerda que ningún Mariscal de Campo alemán había sido capturado con vida. De esta manera el Führer, a quien tanto el admiraba, le  sugería a Von Paulus que se suicidase.

El 31 de enero de 1943, el día de la rendición de las diezmadas tropas nazis, Stalingrado amaneció con un cielo despejado y una temperatura gélida de 40 grados centígrados  bajo cero,  las fuerzas soviéticas tomaron el edificio en el que tenía su cuartel general Friedrich Wilhelm Ernst Paulus (Friedrich Von Paulus). Un joven oficial soviético entró en la sala y exigió, en nombre de sus superiores, que los alemanes se rindiesen. Después de una prolongada negociación con el personal de Paulus el oficial soviético fue finalmente llevado ante Paulus, quien yacía sobre una colchoneta rodeado por los oficiales de su Estado Mayor. El joven oficial soviético, con la asistencia de un intérprete,  le exigió a Paulus la entrega del sexto Ejército, ante demanda del joven oficial soviético el Mariscal de Campo Comandante del VI Ejército alemán Friedrich Von  Paulussimplemente asintió.

El 31 de enero de 1943  por la mañana, Paulus se rendía con cerca de 90.000 soldados, cifra restante de un ejército de 250.000 hombres. Según algunas fuentes sólo volvieron a Alemania 5.000 supervivientes  debido a las epidemias de disentería y de tifus entre los prisioneros.

Von Paulus se convirtió en el primer Mariscal de Campo que capitulara en la historia alemana.

El 2 de febrero de 1943 se rindió el último grupo de soldados alemanes en los escombros de la fábrica de tractores Octubre Rojo, y es la fecha en la que terminó oficialmente la batalla más sangrienta y brutal de la historia de la humanidad.

En las filas soviéticas las bajas durante la Batalla de Stalingrado llegaron a alcanzar  4.000 soldados diarios para el Ejército Rojo  las pérdidas se elevaron a mas de 800, 000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros.

La población civil de Stalingrado, atrapada en medio de los dos ejércitos, fue la que más sufrió; las pérdidas se elevaron  a más de un millón de muertos a causa de los combates, el frío y el hambre y sin posibilidad de abandonar la ciudad.

Durante la Batalla de Stalingrado los alemanes, perdieron aproximadamente 400.000 hombres, los italianos 130.000 y Hungría y Rumania casi 320.000 entre ambos.

Las consecuencias de esta brutal batalla fueron muy importantes y dieron un vuelco al curso de la guerra, Alemania se vio precisada a ubicarse a la defensiva,  perdió las posibilidades de tener la iniciativa del conflicto.

Fue tal la magnitud de la derrota en Stalingrado que Hitler decretó Duelo Nacional por primera y única vez durante la Segunda Guerra Mundial. 

Stalingrado fue el punto más profundo al  que los nazis lograron llegar en el territorio de la URSS.

El triunfo soviético en la Batalla de Stalingrado trascendió a todo el mundo.

Después de La Batalla de Stalingrado la Unión Soviética emergió  como una gran potencia.

El rey Jorge VI de Inglaterra le obsequio a la ciudad ubicada a las orillas del Río Volga una espada forjada especialmente en su honor. 

Pablo Neruda escribió el poema «Canto de amor a Stalingrado», recitado por primera vez el 30 de septiembre de 1942 y el poema «Nuevo canto de amor a Stalingrado» en 1943, en conmemoración de  la victoria en una batalla que se convirtió en una de las decisivas en la derrota del nazifascismo.

Tras la derrota en Stalingrado, las fuerzas alemanas no volvieron a lograr una victoria más en el Frente Este.

Un segmento aparte de este mensaje merece el siguiente relato:

Durante  la Batalla de Stalingrado el 14 de septiembre de 1942,  en la zona de la Estación Central del Ferrocarril, murió en combate, mientras dirigía la ofensiva de una unidad de ametralladoras, Rubén Ruiz Ibarruri, hijo de la dirigente comunista española  Dolores Ibarruri Gómez “La Pasionaria” y del minero de la misma nacionalidad, militante comunista, Julián Ruiz Gaviña,  esposo de “La Pasionaria” por 17 años.

Pasionaria fue el seudónimo con que Dolores Ibarruri firmó los artículos que escribió para el periódico “El minero vizcaíno”. La Pasionaria siempre vestía de negro.

Rubén Ruiz Ibarruri al llegar a Moscú, exilado con su madre, ingresó a una Academia Militar y en el momento de su muerte ostentaba el rango de teniente y tenia tenía  22 años de edad y ya para ese entonces, Rubén Ruiz Ibarruri, era un veterano combatiente, debido a que en 1936 al estallar la Guerra Civil Española, el único hijo varón de “La Pasionaria”,  se incorporó a los 16 años de edad a las filas del Ejercito Republicano y combatió como soldado en la Batalla del Ebro, la mayor que se librara durante el conflicto que enfrentó a los defensores de la República a los golpistas encabezados por Francisco Franco Bahamonde, mal llamado “El Caudillo de España por la gracia de Dios”.

Dolores Ibarruri cuyo, nombre verdadero era Isidora Ibarruri, durante la guerra civil española, se  convirtió en la portaestandarte de la República. Sus arengas en favor de la causa republicana eran extraordinarias, ella acuñó durante la defensa de Madrid la consigna: “¡No pasarán!

Deseo compartir una experiencia con mis estimados lectores: a Dolores Ibarruri le conocí en Moscú durante un evento internacional por la Paz, en el Hotel del Partido Comunista de la URSS, ubicado detrás del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, en Plotnikov Pereulok (El callejón de los carpinteros). 

En esa oportunidad tuve ocasión de saludarle y manifestarle mi simpatía por su lucha y la España Republicana, ella por su parte expresó su simpatía y solidaridad por la causa del pueblo panameño por recuperar la soberanía en la Zona del Canal.  Recuerdo que al conocerla  me percaté que siendo ya una mujer madura, Dolores Ibarruri Gómez tenía un porte distinguido y era hermosa.

A Julián Ruiz le conocí durante la boda de un panameño  estudiante de la Facultad Medicina de mi Alma Mater. El compatriota contraía matrimonio con una joven española llegada a la URSS siendo muy niña, durante la guerra civil española. La novia creció en la Unión Soviética y formaba parte de una numerosa comunidad española llegada a la Unión Soviética, en iguales condiciones o en calidad de exilados al terminar la Guerra Civil Española.

Julián Ruiz era uno de los invitados a la boda y con el departimos algunos minutos.

Cuando visitamos a Volgogrado, antiguo Stalingrado,  en el año de 1974, Valia, mi esposa, y el autor de estas líneas,  estuvimos en Mamaev Kurgan en el área de “Héroes Caídos” ante el  monumento a Ruben Ruiz Ibarruri y a ambos nos conmovió el heroísmo y la actitud internacionalista del joven español.

Por su heroismo en combate Rubén Ruiz Ibarruri fue  condecorado con las  Ordenes de Lenin y de la Bandera Roja y postumamente se le distinguió con la maxima condecoración que otorgaba la URSS el titulo de Heroe de la Unión Soviética.

Valia y el Dr. Augusto Fébrega en Mamaev Kurgan.

En el año de 1974 cuando Valia y el autor de estas líneas visitamos el monumento a la Madre Patria Llama y Mamaev Kurgan nos relataron que esa colina, algunas veces, durante la Gran Guerra Patria, pasaba varias veces al día de las manos de los nazis a las manos de los soviéticos y viceversa y que fue tal la cantidad de fragmentos de metal y de esquirlas que cayó sobre ella que por años en esas superficies no creció la hierba.

Al preparar el libro de la autoría del suscrito: “Algunos aspectos de las relaciones entre Panamá y Moscú y otros temas” pude comprobar en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional “Ernesto de J. Castillero”, en los diarios panameños de la época, que los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial recibieron  una amplia difusión y lo que acontecía en el frente soviético no escapaba de esta realidad. Pude constatar que las batallas de Leningrado, Moscú, Stalingrado, Kursk, la toma de Berlín y otras recibieron una amplia cobertura. 

En una nota remitida, previamente, a mis contertulios en la red me referí a la visita a nuestro país del Doctor Vladimir Stanis Rector  Magnifico de la Universidad de la Amistad de los Pueblos Patricio Lumumba, mi Alma Mater y en la aludida nota además de proporcionar detalles acerca de los logros académicos y científicos del Profesor Stanis y a su visita a  Panamá, destacaba de la siguiente manera el segmento de su hoja de vida relacionado con la participación del Rector Stanis en la Gran Guerra Patria:

“Nuestro rector tenía un curriculum de lucha, estudio y trabajo impresionante. Combatió durante la gran Guerra Patria, desde 1942, a los 18 años de edad,  hasta el final de las hostilidades en  1945,  su primera designación como combatiente fue el frente de Stalingrado.

Por su actuación en la Gran Guerra Patria (II Guerra Mundial) recibió ocho condecoraciones entre ellas la Orden de Lenin una de las máximas condecoraciones que se otorgaba durante ese conflicto bélico

Dr. Augusto Fábrega y el Rector Vladimir Stanis.

Esta imagen fue tomada en el año 1983 unos días antes del Día de La Victoria, cuando el Rector Stanis se tomó una fotografía con las Condecoraciones que recibiera durante la Gran Guerra Patria la foto se requería para una publicación alusiva a la fecha.

En momento en que se tomó la foto aludida el suscrito estaba de visita en Moscú y el Rector Stanis me invitó a que posara con el, razón por la cual me sentí muy honrado.

Atentamente.

Dr. Augusto Fábrega D.
El autor es maestro de enseñanza primaria y
Médico.  

PD: Este material forma parte de un libro que estamos preparando. Por ende requerimos que sólo sea  empleado, a condición de que, previamente, se obtenga autorización escrita del autor. fabregad@cableonda.net


 
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