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lunes, 1 de julio de 2013

HAY MÁS RUTAS QUE LA NUESTRA, RELEE LA COLECCIÓN DEL MUSEO TAMAYO ARTE CONTEMPORÁNEO

  • Incluye piezas 35 piezas, entre prehispánicas, modernas y contemporáneas que buscan nuevas rutas curatoriales



Por: CONACULTA.

La exposición Hay más rutas que la nuestra. Las colecciones de Tamayo después de la modernidad recoge pinturas modernas, obras prehispánicas y nuevas adquisiciones contemporáneas del Museo Tamayo para contraponer los modos de asimilación de lo autóctono con los cánones internacionales.

Willy Kautz, curador en jefe del Museo Tamayo Arte Contemporáneo y el artista Eduardo Abaroa, en un recorrido por la muestra, hablaron sobre ella y la instalación que le acompaña, realizada ex profeso.  

El montaje, a diferencia de las exposiciones que presentan ciertos capítulos de la historia del arte y donde las piezas tienen cierta relación, explicó Willy Kautz, intenta posicionar al Museo Tamayo en el contexto de la historia de arte mexicano.

El curador detalló que se buscó realizar un acercamiento a la figura del pintor Rufino Tamayo distinta a la que había manejado el Museo Tamayo en los últimos 20 años. 

“La posición del museo respecto a la figura de Tamayo fue un poco desde la idolatría, visto como un personaje filántropo que donó una colección al Estado. Nosotros quisimos rescatar a la figura crítica, al Tamayo que se enfrenta a David Alfaro Siqueiros, a una escuela mexicana que defiende siempre ciertos principios estéticos y que tiene una visión institucional al grado que logra consolidar un museo de arte internacional”, refirió Willy Kautz.

El también crítico de arte comentó que si bien el Museo Tamayo se construye a principios de la década de los ochenta, las discusiones estéticas que llevaron al recinto ubicado en el Bosque de Chapultepec a tener una visión de presentar arte moderno y contemporáneo germinaron en la década de los cincuenta, con la discusión entre Rufino Tamayo y David Alfaro Siqueiros, ubicando este momento en la historia de arte.

“Vimos que podíamos articular toda la narrativa de la institución de este museo, con la idea de vincularlo a la historia del arte mexicano, de ahí viene el título de la exposición Hay más rutas que la nuestra, que en realidad es una referencia a un texto clásico, especie de manifiesto, que Siqueiros publicó en 1944”, la cual era una alusión al movimiento de la Escuela Mexicana, donde prevalecía la idea de un arte único que negaba otras tendencias.

El curador indicó que en el “pleito” Tamayo-Siqueiros se puede articular una visión de la historia de México entre dos conceptos que han sido claves para la lectura que se hace o se ha hecho del arte moderno. “Siqueiros defendía la idea del nacionalismo, Tamayo por su lado defendía la del internacionalismo”.

“Simplificando esta idea de plantear la historia del Museo Tamayo en el contexto de la historia mexicana, planteamos tres capítulos muy claros para poder navegar y crear esta mirada crítica desde el museo, el primero se identifica como nacionalismo narrativo que sería la escuela mexicana; el segundo que  sobre la generación y posición de Tamayo que podría ser la sensorial internacional; y una tercera fase representada con las adquisiciones recientes de arte contemporáneo”.

El curador expuso que las piezas que integran la muestra son un diálogo constante sobre los modelos de la disputa y la internacionalización de lo local, y que no sólo se quiso trabajar con la colección internacional que alberga el Museo, sino también con la colección de arte prehispánico del museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo, en la ciudad de Oaxaca.

“Al final se vinculan los usos que hemos hecho del pasado prehispánico o de las culturas antiguas como un lugar para identificar la localidad, las identidades y buscar introducirlo a un diálogo internacional”, señaló Willy Kautz.

El cofundador del proyecto 111 en la Ciudad de México, indicó que Eduardo Abaroa era el artista candidato para realizar una visión crítica de estas colecciones. 

En ese sentido, el artista invitado a participar en el montaje, señaló que Rufino Tamayo podía intuir como artista el valor estético universal de las piezas prehispánicas, pues tenía una visión incluyente. “Creo fue una persona increíblemente compleja, que quería que en México hubiera las primeras obras de arte moderno”.

El también escritor mencionó que una de las cosas que a le interesa abordar con la su instalación era el aspecto prehispánico de la colección Tamayo, que tiene muchos puntos interesantes. 

Para el proyecto ex profeso, comisionado especialmente para la exposición, se realizaron tres acciones distintas que aluden a los diferentes procesos de transmisión de comportamientos, conocimientos y rasgos culturales en las sociedades contemporáneas.

En la primera se recrea con concreto, cincel y martillo la textura que recubre los muros y áreas exteriores del Museo Tamayo. En un taller dispuesto para esta actividad, ubicado en la sala de la muestra, los espectadores podrán ver este trabajo.

La segunda acción es la reproducción de siete piezas prehispánicas, que forman parte del montaje, provenientes del Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo, que fueron elegidas tomando en cuenta el interés de Tamayo por captar el genio creativo de los pueblos antiguos de Mesoamérica y no su valor antropológico o arqueológico.

“Me interesa esa idea de la reproductividad, el que las obras se reproducen una y otra vez y van cambiando de significado. No busco hacer una réplica perfecta”.

Para la tercera acción se propuso la fabricación en serie de un llavero, para el Museo del Mundo Maya, como souvenir.

El proyecto investiga el vínculo que hay entre los tres museos (Museo del Mundo Maya, Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo, y el Museo Tamayo Arte Contemporáneo) que a través de acciones y materiales invita a una reflexión sobre las condiciones en que se produce el discurso sobre el arte prehispánico y el arte moderno.

La muestra reúne algunas de las más recientes incorporaciones al acervo del museo (2009–2012), obras de Francis Alÿs, Carlos Amorales, Teresa Margolles, Jonathan Monk y Wolfgang Tillmans, junto con piezas icónicas de la colección de arte moderno y contemporáneo adquiridas por Tamayo en vida, como la pieza monumental de Grau Garriga,Peinture de Joan Miró, Chapulín de Francisco Toledo, Mujer de la junglade Günther Gerzso, Mensaje XV, Levíticos XX:18 de Mathias Goeritz,Recuerdo 122 de Vicente Rojo; y piezas históricas que el artista donó en 1974 al patrimonio artístico de México.

La exposición Hay más rutas que la nuestra. Las colecciones de Tamayo después de la modernidad, está abierta al público en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, ubicado en Paseo de la Reforma No. 51, Col. Bosque de Chapultepec. Horarios: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.


 
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