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lunes, 22 de diciembre de 2014

Duo Saravia: hermosa fusión de canto y folclor argentino

  • Conformado por las hermanas Yamila y María, el Dúo Saravia ya tiene su primer CD y su música se esparce poco a poco en los mares de Iberoamérica.
  • Fragata Cultural pudo conversar con ellas vía Sky y conocer un poco más de estas hermosas expresiones de la belleza argentina.
Yamila y María Saravia
En el corazón de la Región Norte Grande de Argentina, se encuentra Santiago del Estero, una provincia que cuenta más de 460 años de fundación.  En este hermoso paraje están radicadas desde el año 2011 las hermanas Yamila y María Saravia, las hermanas que conforman el Dúo Saravia.  Nacieron en Monte Quemado, cabecera del Departamento del Copo.

Siendo hijas de un maestro rural, desde niñas convivieron estrechamente con la naturaleza, sus sonidos, sus ruidos y animales, y su padre con lo poco que sabía les enseñaba cantos por las tardes para no aburrirse.  En el año 2004 conformaron el Dúo que en aquel entonces se denominaba: "Las Hermanitas Saravia".  Lo que siguió después fue una andanada de presentaciones y éxitos que culminó en el año 2011 con la grabación de su primer disco compacto denominado "Dolor del Monte".

¡Hola Yamila! Bienvenida a Fragata Cultural. ¿Qué fue lo que realmente te motivó a iniciar este dúo con tu hermana? Me motivó estar más junto de ella y poder compartir cosas juntas y hacernos muy amigas. También poder crear y crecer juntas en nuestra carrera artística.

¿Además de guitarra tocas algún otro instrumento? Solamente tocamos la guitarra.

En tus notas veo que se presentaron en Cosquín ¿Qué nos puedes decir de esta experiencia? Fue una experiencia única e inigualable que marcó nuestra carrera artística, a partir de eso se nos abrieron muchas puertas y nos incentivó a seguir aprendiendo y crecer con nuestro arte musical.



¿Qué artistas argentinos admiras? Admiro mucho a Horacio Guarany y aunque ya no esté presente en cuerpo, admiraré siempre a Mercedes Sosa.

Viene el turno de María, Bienvenida a Fragata Cultural. ¿María, sientes que han tenido obstáculos en su carrera teniendo en cuenta que son jóvenes y además mujeres? No, desde el primer momento que nos presentamos han aceptado nuestra propuesta musical.


Como es su vida sentimental ¿Tienen novio? En caso afirmativo explica cómo se compenetran ellos  con lo que haces tu hermana y tú. Nuestra vida sentimental no se vincula con nuestra carrera. (Ni si ni no, al menos hay esperanza para sus fans).

¿Se dedican únicamente a la música o trabajan? Están estudiando? Todos los integrantes estudiamos para profesores de música. 

¿Piensas que se puede incidir positivamente en la sociedad iberoamericana a través de la cultura? ¿Por qué? Puede incidir positivamente y en especial en los jóvenes para que ellos valoren las sanas costumbres de cada región como tratamos de hacer nosotros a través de nuestras música y de nuestra vestimenta porque de esta manera mostramos como es nuestra región.

Fragata Cultural es visitada regularmente por lectores de 71 países.  ¿Qué mensaje final tienes para ellos?  A los lectores de Fragata Cultural los invitamos a conocer nuestro amor por el arte, por nuestro folclore argentino. Somos jóvenes con mucho entusiasmo por la música que nos hace muy bien y nos hace crecer día a día. Esperemos tener una respuesta positiva por parte de ellos y que juntos podamos compartir e intercambiar nuestras culturas.
 

Para contactar al Dúo Saravia comunicarse a:
TEL: (0385)- 4251917
CEL:(0385) 154876989  -   155923707
CORREO ELECTRÓNICO: duosaravia.7@gmail.com

El detalle de Mimí

LA PEQUEÑA MIMÍ (VERANO DE 1988).
En octubre de 2011 recibí un correo electrónico de una persona que había comprado mi libro "Un Regalo a Stella Maris" a través de AMAZON ESPAÑA.  Sus líneas eran breves y lucían sinceras, finalizando con una interrogante:

"Buenos días Luis, recién acabo de adquirir tu poemario y además de la nota del autor, El Detalle de Mimí me enloqueció.  ¿Qué es lo que mueve a un hombre a escribir algo tan maravilloso como esto?"

De momento no supe que responder, y me causó mucha gracia.  Días después le respondí.  ¡Si..!  Me tomó días, y ¿saben que? Creo que a mi cliente no le convenció mi alegato, pero me reconforta pensar, o mas bien imaginar que no vio mi contestación en su bandeja de entrada, o que la borró incidentalmente antes de leerla.  La española aún no me ha confirmado que recibió mi respuesta.

Pero, ¿Qué es lo que mueve a una mujer escribirle a un pendejo al otro lado del mundo para saber por que escribió algo?  ¿Realmente a la gente le gusta este escrito?  Pareciera que si, pues de todas las personas que conozco, y que han adquirido mi libro, todos se inclinan en elegir a El Detalle de Mimí como lo mejor de esta compilación.  Lo que muchos de ellos no saben, es que en efecto Mimí existe, y es oriunda de uno de los lugares (para mí) más especiales de la geografía panameña: LA CHORRERA.

El Detalle de Mimí no es mas que un hermoso recuerdo transformado en párrafos.  Se trata de una niña que conocí en el verano de 1988 en el barrio de Los Guayabitos, contiguo a la feria de La Chorrera.  Llegaba casi todos los días a la casa de mis tíos a llevarme regalos y otros detalles.  Era un encanto verla sobre su pequeña bicicleta pedalear por las calles del barrio arriba enunciado.

Nuestros destinos tomaron rumbos distintos, pero su sonrisa me acompaño siempre, y aunque nunca mas supe de ella, me agradaba pensar en sus atenciones, que no eran mas que chocolatitos, confites, y una inocente sonrisa (algo despoblada de incisivos y caninos), nada que no pudiera comprar una niña de 8 años.

Veinte años después, estaba revisando mi cuenta de facebook, y en el perfil de una amiga, me pareció verla en su lista de amigos.  Ahí estaban sus rizos adornando su mirada tierna.  Ese día supe su verdadero nombre: ALEXANDRA MATA.

A pesar que le envié una solicitud de amigos, mi querida Mimí no la aceptó.  Obvio, ¿como se me ocurre a mi que ella me iba a reconocer?  Yo pesaba en aquel entonces unas ochenta libras con ropa mojada y botas; y ella... ella ni siquiera tenía los pechos que lucían muy bien puestos en algunos escotes de sus albumes de fotos de la reconocida red social.

Meses después me atreví a escribirle, y fue entonces cuando me reconoció.  Quizás fue esa extraña sensación de júbilo lo que me motivó a escribir esta hermosa prosa.  Para mí era muy importante que ella me recordara tanto como yo a ella.  Me tomó cerca de 20 minutos redactar el primer borrador. 

Cuando decidí incluirlo para que abriera mi primer libro, le hice muy pocas correcciones de índole gramatical, por lo demás, quedó intacto.

Me hubiera gustado que alguien filmara ese momento en que Mimí, recibía la correspondencia y sacaba a relucir el primer ejemplar de "Un regalo a Stella Maris", una edición única, pues se tuvieron que hacer cambios sustanciales en la segunda edición para poder optar por la distribución global en las plataformas de ventas bajo demanda.

Con ustedes, mis estimados lectores, El Detalle de Mimí, de mi poemario "UN REGALO A STELLA MARIS".  Los párrafos que siguen se explican por sí solos.

 

EL DETALLE DE MIMÍ 
 
La mañana transcurre con normalidad en el barrio de Los Guayabitos, cercano a la Feria de La Chorrera.  Una brisa veraniega fustiga apaciblemente los portales de las casas y pequeños remolinos de hojas secas se forman en el cruce donde está ubicada la tienda del señor Rubelio.

En una de las viviendas, una niña se mira al espejo algo nerviosa.  Se preparaba para una difícil empresa, quizás para ella la más importante que realizaría a su corta edad.  El espejo cómplice refleja la imagen de aquel peine que se desliza suavemente por las delicadas hebras de cabello color oro que le cuelgan a la pequeña jovencita desde el cráneo hasta poco más abajo de sus hombros.

El Consejo General de los niños del barrio habían acordado el día anterior de encontrarse a las cuatro de la tarde frente en la casa del señor Karicas con el propósito de jugar la lata, un antiguo juego de los niños panameños que consistía en esconderse y tratar de rescatar a los encontrados por el buscador, arrebatándole la lata que tenía en su poder y que era rellenada con piedras para que hiciera ruido al momento del salvamento.

La niña se preparaba para llegar mucho antes de lo acordado, pues era necesario incrustarse en la memoria de alguien para siempre y no estaba dispuesta a dejar pasar más tiempo.

De pronto, ruge el cacho con su estridente sonido proveniente del edificio del Cuerpo de Bomberos de La Chorrera indicando que son las doce del medio día y de inmediato, la niña sale del baño con dirección a la puerta de entrada de su casa.

Las verjas de la vivienda del Doctor Mata se abren, y sobre una diminuta bicicleta, pedalea la bella Mimí por la deteriorada calle frente a su casa con la intención de hacer una escala estratégica en la tienda del señor Rubelio. 

Mientras avanza, las gramas de los patios se reverdecen, las flores veraneras de los jardines de las casas le sonríen, y los árboles de marañón, de mango, de ciruela y de guaba, se inclinan para hacerle reverencias a la hermosa muchachita.
A ella, le encantan las malteadas que en enormes vasos de aluminio les sirve Don Rubelio a los niños chorreranos  junto con  vasitos  de raspado, a cambio de la módica suma de veinticinco centavos de dólar.  Era necesaria una de ellas para darle fuerzas ante la significativa y valiente proeza que en pocos minutos realizaría.

El cabello de la bella Mimí brilla cuan destellos que desesperados, hacen lo imposible para no ser opacados por los eclipses de sol.  Vestía un pantaloncito licra color naranja, una camisita blanca sin mangas, medias dobladas en tres partes y un par de zapatillitas blancas.

Una vez ingerida la malteada, la niña toma aire, aborda su bicicleta y se dirige a la residencia en donde horas más tarde se encontrarían los niños del barrio para jugar la lata. 

En las escaleras de la entrada de aquella vivienda, un muchacho la observa acercarse mientras que los papos y las chavelitas del jardín florecen ante la llegada al lugar de tan descomunal expresión de la belleza chorrerana.

Él le comenta: – ¡Mimí!, tu por aquí tan temprano... ¿y ese milagro?

Ella se baja de su bicicleta  y se  le acerca al tiempo que contesta: – ¡Vine a traerte algo!

Él le sonríe y le mira fijamente a los ojos.

Ella se sonroja... sus pestañas tintinean... y una inocente sonrisa entrecortada se dibujó en su diminuto rostro. En su labio superior, una delgada línea blanca delataba la malteada asesinada a tragos minutos antes.

Ella tomó la mano izquierda del muchacho y en su palma, colocó el regalito que con tanta admiración y afecto le acababa de comprar en la tienda del señor Rubelio.

El se sonrojó al percatarse que se trataba de 6 pequeños corazoncitos de chocolate envueltos en un papel de color aluminio, de esos que se les conoce con el nombre de “besitos”.

La niña se llenó de valor y a la velocidad de un colibrí, se acerca aún más para besar la mejilla del muchacho retrocediendo de inmediato para abordar su bicicleta.

De regreso a casa, sus cabellos se levantan en el aire al momento que su cabeza gira hacia atrás para decirle a él: – ¡Nos vemos a las cuatro para jugar la lata!

Mientras que la bicicleta de la bella Mimí se aleja, una picarona sonrisa se dibuja en el rostro del adolescente.
Es el primer detalle que recibe de una niña que se interesa por el...


ALEXANDRA MATA (MIMÍ) EN LA ACTUALIDAD
(Recibiendo la correspondencia con un ejemplar del libro en su interior)





UN REGALO A STELLA MARIS
Las Quince Primaveras
De venta en todos los canales de distribución de las tiendas AMAZON y LULU

Grandes éxitos musicales: Alicia adorada

JUANCHO POLO VALENCIA

Las leyendas de los juglares colombianos son fascinantes y cautivadoras.  A mi criterio, estas son uno de los mas grandes activos que tiene el folckore de aquel hermoso país vecino de Panamá.

Son muchas las historias de hombres que con acordeón al hombro, visitaban las regiones de La Guajira y otros poblados animando fiestas y parrandas, muchas veces a cambio de licor.  De estas vivencias vallenatas nacieron grandes composiciones musicales que han dado la vuelta al mundo.  Una de ellas es sin duda "Alicia Adorada".

La historia comienza cuando Juancho Polo Valencia, uno de los grandes juglares colombianos, se enamora de una hermosa joven llamada Alicia Cantillo y se la lleva a vivir con el a Flores de María.

Como todo juglar, Juancho Polo Valencia animaba las fiestas de los pueblos colindantes, demorando a veces meses en regresar, quedando Alicia sola y desatendida.  Poco después de parir su primer bebé, Alicia enfermó grávemente, muriendo sin que nadie pudiera hacer nada por ella. 

Cuando Juancho Polo Valencia regresa al pueblo, y se entera de la muerte de su esposa, se fue al cementerio, y sobre la pila de tierra que cubría el ataúd de su difunta mujer, compuso la siguiente canción:

ALICIA ADORADA

Como Dios en la tierra no tiene amigos
como uno no tiene amigos anda en el aire (bis)
Tanto le pido y le pido ay hombre
siempre me manda mis males (bis)
Se murió mi compañera que tristeza
Alicia mi compañera que dolor
Alicia mi compañera que tristeza
Alicia mi compañera que dolor
Y solamente a Valencia, ay hombre
el guayabo le dejo. (bis)

Pobre mi Alicia, Alicia adorada
yo te recuerdo en todas mis parrandas
pobre mi Alicia, Alicia querida
yo te recordaré toda la vida

Allá en Flores de María
donde to´el mundo me quiere (bis)
Yo reparo a las mujeres, ay hombre
y no veo a Alicia la mía (bis)

Donde to´el mundo me quiere
Alicia murió solita (bis)
dondequiera que uno muere ay hombre
toa´ las tierras son benditas (bis)

Ay pobre mi Alicia, Alicia adorada
yo te recuerdo en todas mis parrandas
pobre mi Alicia, Alicia querida
yo te recordaré toda la vida.


Aunque esta popular canción ha sido interpretada por muchos otros artistas colombianos, su etiqueta internacional la obtuvo en la telenovela "Escalona".  Así fue como Alicia Adorada, de la mano de Carlos Vives, le dieron la vuelta al mundo entero.


ALICIA ADORADA:
UNA DE LAS GRANDES COMPOSICIONES MUSICALES



 
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