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viernes, 13 de febrero de 2015

Asignatura: “Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos de América”.



Por: Bolívar Perigault Sánchez.


Recientemente, la Comisión de Educación, Cultura y Deportes, de la Asamblea Nacional aprobó en Primer Debate el Proyecto de Ley que restablece la asignatura de “Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos de América” a nivel de Educación Media  y recomienda a las Universidades y Centros de Enseñanza Superior incluirla en todas sus carreras.
Este avance, esperamos y confiamos, será el inicio de la restauración del entuerto educativo de la pasada administración, en un fugaz intento por eliminar dicha Asignatura y, por consiguiente, tratar así de aniquilar nuestra memoria histórica.
Sin embargo, gracias al trabajo de los docentes en dicho curso, tanto en la educación media como a nivel universitario, durante varias décadas, se logró fortalecer el sentido de pertenencia de miles de discentes y se afianzaron los contenidos de los sucesos históricos que entornan dichas relaciones con un enfoque multidisciplinario en defensa de la construcción de nuestro Estado Nacional. 
Entre los fines de la educación se contemplan:
“Contribuir al desarrollo integral del individuo con énfasis en la capacidad crítica, reflexiva y creadora, para tomar decisiones con una clara concepción filosófica y científica del mundo y de la sociedad, con elevado sentido de solidaridad humana”
La asignatura “Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos de América”, contribuye decisivamente a la formación integral del discente, orientándolo de manera positiva hacia el logro de una capacidad de análisis crítico y reflexivo frente a cada uno de los temas abordados ya que los mismos se nutren de diferentes ejes transversales provenientes de diversas disciplinas, de manera tal que los sucesos históricos son vistos bajo otra perspectiva y, a su vez, son desarrollados con miras a la formación de un ciudadano con conciencia de patria, sentido de pertenencia, capaz de analizar, interpretar, reflexionar y defender su identidad nacional.
“Coadyuvar en el fortalecimiento de la conciencia nacional, la soberanía, el conocimiento y valorización de la historia patria; el fortalecimiento, la independencia nacional y la autodeterminación de los pueblos”.
La asignatura “Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos de América”, contribuye al fortalecimiento de nuestra memoria histórica, a través del conocimiento y análisis de la lucha generacional panameña por el rescate de nuestra soberanía y el afianzamiento de nuestra identidad nacional. Desde este aspecto, tales contenidos históricos contribuyen positivamente al perfeccionamiento de nuestro Estado Nacional.
“Favorecer el desarrollo de actitudes en     defensa de las normas de justicia e igualdad de los individuos, mediante el conocimiento y respeto de los derechos humanos”.
La asignatura “Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos de América”, contribuye, además, al desarrollo de actitudes y valores tendientes a la búsqueda de la justicia  social y del respeto tanto de los Derechos Humanos como de las normas del Derecho Internacional Público y del Derecho Internacional Humanitario. Esto se logra mediante el enfoque por competencias  fundamentado en una visión constructivista, que reconoce  al aprendizaje como un proceso que se construye en forma individual, en donde los nuevos conocimientos van tomando sentido al estructurarse con los previos y en su interacción social; de esta manera, y para el logro de este fin, el curso  conecta los diferentes sucesos históricos con las diversas disciplinas, sobre todo políticas, jurídicas y sociológicas con lo cual, dicha asignatura recobra su carácter autónomo en aras de afianzar ese conocimiento .
Es por ello que este curso se desarrolla bajo un enfoque por competencias que conlleva a un planteamiento pertinente de los procesos de enseñanza y aprendizaje, actividad que compete al docente, quien promoverá la creación de ambientes de aprendizaje y situaciones educativas apropiadas a dicho enfoque.

“Fomentar el desarrollo, conocimiento, habilidades, actitudes y hábitos para la investigación y la innovación científica y tecnológica, como base para el progreso de la sociedad y el mejoramiento de la calidad de vida”.
La asignatura “Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos de América” contribuye para fortalecer el perfil discente fomentando su desarrollo integral en valores y mejorando su capacidad de saber actuar en una situación; mediante el uso coherente de recursos (saber, saber hacer y saber ser) para resolver una situación problema en un contexto dado utilizando recursos propios y del entorno, dentro de las diferentes dimensiones, sean cognitivas, procedimentales, afectivas, interpersonales y valorativas. 
La necesidad de que el contenido de esta asignatura fuese conocido por los panameños, principalmente por los jóvenes estudiantes, desde sus inicios en la década del 70, estaba íntimamente ligada con los esfuerzos que nuestro pueblo venía llevando a cabo por el reconocimiento de la soberanía de Panamá en la antigua “Zona del Canal”, por la importancia geográfica de nuestro istmo y para que se conociera el control desmedido que los Estados Unidos de América  mantenía sobre esta franja de tierra.
            Ciertamente, nuestro pueblo sufrió momentos muy difíciles, los cuales,  de no haber sido conocidos y difundidos, posiblemente no hubiésemos recuperado el Canal, a falta de luchas nacionales y, por consiguiente, hoy la historia sería otra.
            Los sucesos que hemos vivido desde que los Estados Unidos de América impusieron su presencia colonial en nuestro país, deben ser del conocimiento de todos los conciudadanos, ya que dicho conocimiento es una herramienta para analizar y reflexionar sobre los procesos sociales, políticos, económicos y/o culturales; la formación de nuestra identidad nacional y sobre el significado que tiene el hecho de haber alcanzado con éxito la compactación de nuestro Estado Nacional, que se encontraba cercenado por el control ejercido por los estadounidenses. Tal conocimiento es el que contribuye para afianzar en cada uno de nosotros el sentido de pertenencia hacia lo nuestro, lo cual es muy importante para un buen desempeño profesional.
            La Aprobación en Primer Debate- por la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Honorable Asamblea Nacional de Diputados -   del Proyecto de Ley que restablece la asignatura de “Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos de América” a nivel de Educación Media y y recomienda a las Universidades y Centros de Enseñanza superior incluirla en todas sus carreras, se constituye “per-se” en un hito histórico en materia educativa y  representa un avance significativo en la defensa de nuestra identidad nacional y en la consolidación de nuestra soberanía, al desmantelar las bases militares estadounidenses en Panamá, y  al  recuperar el territorio conculcado de diez millas de ancho, otrora ocupado por civiles y militares extranjeros, todo lo cual contribuyó decisivamente  en el perfeccionamiento de la construcción del Estado Nacional panameño, que nos proyecta, desde entonces, a nivel internacional como los dueños legítimos del Canal de Panamá.
            Una vez promulgada la Ley, lo que procede es conformar la Comisión respectiva para elaborar los contenidos curriculares, en los cuales se deben integrar, en propiedad, los diferentes ejes transversales que entornan dichas relaciones a fin de fortalecer el perfil de nuestros discentes.

Los docentes y discentes de la  Escuela de Relaciones Internacionales, garantes permanentes de la lucha generacional por el rescate de nuestra memoria histórica, soberanía  e identidad nacional continuarán vigilantes del cumplimiento de esta tarea.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Yo soy judío


Era la mañana del 27 de enero de 1945, hace ahora setenta años, cuando una avanzadilla de soldados del Ejército Rojo pertenecientes al Primer Frente Ucraniano, vestidos con trajes de camuflaje blancos, cruzaba el umbral de lo que parecía ser un enorme campo de concentración ubicado a las afueras de la localidad de Óswięcim, en la Alta Silesia polaca. Resultó que era mucho más que un campo de concentración. Acababan de descubrir el infierno de Auschwitz, una de las cumbres del horror humano. 

Los oficiales y guardias del campo habían huido, dejando abandonados a su suerte a unos pocos miles de prisioneros, tan debilitados y enfermos que ni siquiera habían intentado huir. Entre ellos, un joven químico italiano que gracias a su formación había salvado el pellejo trabajando en lo que se conocía como Auschwitz III o Monowitz, donde la empresa I.G. Farben, un enorme conglomerado industrial integrado entre otras por Bayer, Agfa y Basf, había intentado sin éxito producir caucho sintético a gran escala utilizando la fuerza esclava de los presos, ese joven era Primo Levi, quien en su célebre “Si esto es un hombre” cuenta que se topó con los rusos mientras él y otro prisionero transportaban el cadáver de un compañero muerto. “Pesaba muy poco –escribió, con dramático laconismo-. Volcamos la camilla en la nieve gris”.

Por esos días, Vasili Grossman, empotrado en la vanguardia del Ejército Rojo, se convertiría en el primer periodista en entrar y escribir sobre el campo de extermino de Treblinka, unos 200 km. al nordeste de Varsovia, y gracias a su espeluznante reportaje, y a los testimonios de los supervivientes que vendrían después, el mundo asistiría a una sucesión de crónicas y relatos que setenta años después siguen estremeciéndonos y haciendo que nos preguntemos: “¿Cómo pudo ser posible”?
Es una pregunta difícil de responder. La historia funciona como los accidentes de avión: nunca se explica por una sola causa, sino por la concatenación nefasta y azarosa de un buen puñado de ellas. Así, con el extermino casi consumado de los judíos europeos, donde lo inquietante no es tanto el alcance de aquel drama como el hecho de que las bases ideológicas y culturales que lo propiciaron sigan vivas y vigentes en amplios sectores de la población mundial.


Hace unas semanas, tras los asesinatos del semanario Charlie Hebdo y del supermercado casher de París, la frase Je suis Charlie se convirtió en santo y seña de la indignación ante el atentado. Se reprodujo en medios de comunicación, en pancartas, carteles y pins a lo largo y ancho del planeta, pero niun solo Je suis juif pudo asomar la cabeza. De hecho, y a pesar de que en el supermercado murieron cuatro jóvenes judíos, resulta difícil imaginar una ola de solidaridad semejante a la mostrada con los trabajadores del semanario. Y es que a pesar de Auschwitz, de los pogromos que han salpicado la historia desde que el mundo es mundo, de las diásporas y persecuciones que pespuntean la historia de los israelitas, sigue siendo inconcebible un “Yo soy judío” ocupando las portadas de los periódicos, las pecheras de los políticos, de las estrellas de cine, de la intelectualidad mundial. Acaso, como reflexiona Hannah Arendt en “Los orígenes del totalitarismo”, el antisemitismo está tan firmemente anclado en la cultura occidental que nunca desaparece, sino solo se transforma, adopta formas diferentes de expresión. 

En este sentido, y a pesar de que el Holocausto fue urdido y ejecutado por el fascismo alemán, desde Stalin hasta hoy ha sido la izquierda europea la más proclive al persistente cultivo del mito antisemita, y dentro de ella la izquierda española, recogiendo un testigo enraizado en el pogromo de los Reyes Católicos y en la obsesión judeomasónica franquista. Es, la mayor parte de las veces, un antisemitismo larvado, disfrazado de buenas intenciones, que ha encontrado terreno abonado para agazaparse, en los últimos años, en el conflicto árabe – israelí. Solo así puede entenderse, en el caso de Galicia, el lamentable espectáculo propiciado en su día por el Bloque Nacionalista Galego con la expulsión de uno de sus militantes, Pedro Gómez-Valadés, acusado del grave delito de ser socio de la Asociación Galega de Amizade con Israel, o la imposibilidad de que el Parlamento gallego aprobase en 2013 una declaración oficial en conmemoración del Día Internacional del Holocausto ante la negativa de BNG y AGE, justificada con un batiburrillo confuso donde llegaron a declarar que Israel “no es un Estado democrático”, como si eso, en caso de ser cierto –que no lo es- tuviese algo que ver con los 6 millones de personas que fueron asesinadas en los campos de exterminio nazis. Patético, sí, y preocupante. 

Setenta años después, asistimos al aniversario de la liberación de Auschwitz sin resolver el gran enigma antisemita de nuestra civilización, contemplando las esvásticas que vuelven a brotar con las crisis europeas, los amaneceres dorados a los que se aferran, como en la Alemania hiperinflacionista de los años 30, quienes desesperan. Setenta años después, el misterio y el horror permanecen intactos, y ya solo nos queda decir y escribir, una y otra vez: Je suis juif, Je suis juif, Je suis juif.

Fuente: www.amizadeconisrael.org


Asociación Galega de Amizade con Israel.

lunes, 9 de febrero de 2015

El Procesamiento de los delincuentes



Por José Dídimo Escobar.

Toda conducta típica, antijurídica, culpable y punible, es decir el delito, debe ser procesado y establecida la pena, la misma debe ser ejecutada. De otro modo estimularíamos a que el resto de la sociedad se resista al orden legal e instauraríamos un régimen anárquico que terminaría en un Estado Fallido.

Este es el procedimiento que debe ser resueltamente dispuesto por las autoridades judiciales a quienes se ha confiado la grave responsabilidad, de enfrentar todos los actos de corrupción que terminaron destruyendo nuestra institucionalidad y generando un peligroso estado de impunidad, que estimuló a funcionarios y particulares a violar nuestras normas y seguidamente atracaron sin misericordia los bienes públicos y vulneraron de una manera infame la confianza que el pueblo les confió.
El delito que se cometió, es en todo caso de forma agravada, toda vez que fue con abuso de esa confianza, que terminó traicionada la comunidad nacional.

Cuando se habla de Debido Proceso, hay que reseñar que está constituido esencialmente por las garantías de la independencia judicial, la imparcialidad del juez y el principio del juez natural. Dicho de otro modo; Independencia, Imparcialidad e Impartialidad.

Como queda claro, aún a los perversos delincuentes hay que respetarles sus derechos y garantías, pero de ningún modo tales garantías; que ellos pisotearon a su antojo, no pueden constituirse en pasadizos a la impunidad, porque sus acciones constituyeron un asalto criminal a toda la sociedad, ejecutado con frialdad, premeditación, alevosía y ventaja. Sus consecuencias han generado un daño tan dramático como difícil de estimar, pues se trata de la destrucción de las instituciones que garantizan la pacífica convivencia entre los panameños.

Así las cosas, se puede estimar con bastante precisión el daño emergente en los sobreprecios, coimas, usos indebidos, diversas modalidades de peculado, y otros mecanismos ilegales de apropiación indebida, y sin duda, dicha tarea le corresponde a la Contraloría General de la República, a la Fiscalía de Cuentas y al Tribunal de Cuentas, pero como quiera que de esas resultas emergen delitos, es allí donde el Ministerio Fiscal, tiene que proceder a levantar las sumarias que puedan llevar a los Estrados de la Justicia a los que los movió la vileza y la depravación, que generaron ignominia, indignidad, mácula, ofensa, ruindad, en todo nuestro entorno, al punto de que perdimos la paz pública y la confianza en nuestras instituciones.

La Gravedad del daño causado, lo representa también lo que como sociedad hubiéramos podido construir y hacer, si no se hubiera dado el asalto que ocurrió. Es decir, poder determinar lo que se conoce como Lucro cesante. Hoy nos agobian necesidades sentidas en todos los órdenes. Mas de millón y medio de compatriotas aún esperan la mano del Estado para empujarlos desde la pobreza a tener acceso a mejores días con dignidad como corresponde a un país rico en recursos materiales, que sin embargo, los que lo administraron se lo engulleron egoísta y perversamente a manos llenas.
Por último está el Daño Moral, que implica una Reducción del nivel de las aptitudes personales e íntimas, que ni el dinero, ni bienes intercambiables por este, pueden llegar a REPARAR. Y es que, cómo podemos reparar la confianza que se ha perdido, las instituciones públicas destrozadas, cómo restaurar la paz, si la Justicia corrompida, no atina ni puede rescatarla. Cómo podemos hacer con una Asamblea que formalmente es necesaria para la democracia pero que está constituida por elementos que han llegado allí desde los más diversos actos de corrupción y delito, lo que la hace absolutamente ilegítima e inútil para revestir la viabilidad política de la sociedad.

Cómo hacer con una Corte que amparó y alcahueteó los desmanes, con decisiones que impulsaron, a los que violaban flagrantemente el orden jurídico, a saciarse con los despojos de sus insanas ambiciones.

Siendo las cosas así, se espera de las investigaciones y de las autoridades que están a cargo, el mayor empeño y denuedo para conjurar todo vicio y puerta de escape de los delincuentes, porque mas grave que enjuiciar a los atracadores y recuperar los bienes, es procesarlos; abriendo portillos para que eludan su responsabilidad y causen la frustración nacional y en la que se alimentará una suprema violencia que debemos evitar a toda costa.

Ojalá comprendan las autoridades, la grave responsabilidad que han asumido, y que bajo ninguna circunstancias se puede jugar con el anhelo Supremo del pueblo: Justicia.

lunes, 26 de enero de 2015

El gran desafío de hoy: Artículo de José Dídimo Escobar


Por: José Dídimo Escobar.

En el día de ayer fue detenido en Nueva York, y puesto a órdenes del FBI, el presidente de la Asamblea estatal de Nueva York, el veterano político demócrata Sheldon Silver, quien es parte de ella desde 1976, es decir, casi cuarenta años. 
 
Se le acusa de aceptar sobornos y de corrupción, cargos que deben ser probados ante los tribunales en el proceso que resulto de una investigación de hace un par de años. 
 
Se preguntarán ustedes, a qué viene esta noticia.
 
Las razones son tres: 
 
Que la corrupción es generalizada en el mundo. 
 
Que en ciertos lugares hay resultados, caiga quien caiga y en otros lugares no pasa nada y cuando no se hace nada, los resultados de esa grave negligencia, son una acumulación que termina estallando ante nuestros propios ojos y resulta en una condición de estado fallido. 
 
Que son las autoridades investigativas y las que dirigen los procesos, las que; sin miramientos a la condición de nadie, deben proceder con todas las garantías, pero implacables en la defensa de los derechos de todos los ciudadanos a no ser disminuidos en sus haberes patrimoniales y guardar fielmente el cumplimiento de la ley y los valores de respeto y Decencia que deben distinguir a una sociedad sana y correcta como la que pretendemos. 
 
Un hecho destacable de este caso, sale a relucir como parte del debate que hoy se establece y es la permanencia en el poder público de las personas por mucho tiempo a través de los mecanismos de reelección y al respecto debemos recordar esa brillante frase de Simón Bolívar que dice:  “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía.” 
 
Y ya que caminamos por el pensamiento del libertador, debemos recordar también que:"La Justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene laigualdad y la libertad." 
 
La administración de esta medicina, verdadera virtud, es la que más me preocupa en Panamá, porque ausente está, hace mucho rato, su propia corrupción la invalida para el más mínimo acto de rescate de la decencia y el Decoro. Porque antes de Juzgar los deleznables actos en la nación, habría que juzgarlos a ellos primero. Por lo que; no habiendo Justicia como debiera, está en peligro nuestra propia libertad.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Un error fatal

Ruta del canal por Nicaragua

Por: José Dídimo Escobar Samaniego.

Cuando en Panamá hace un año y medio se realizó un abordaje al barco Nortecoreano Chong Chon Gang, por la fiscalía de Drogas, Servicio Aero Naval y Fronterizos, en una operación coordinada con los organismos de inteligencia de los Estados Unidos de América, a cuyo mando estaba el presidente de la República Ricardo Martinelli, caso insólito e inexplicable racionalmente, no teníamos en ese momento la precisión del alcance de semejante torpeza y estupidez del irracional acto. 

Explicable sólo, como asumir la ejecución de una tarea de la cual sacar algún grado de “provecho” o favor por servicios de “lealtad” prestados, nos llevaron a los panameños a concurrir en un error fatal, a exponernos a violar por nosotros mismos la neutralidad del Canal, y de paso servirle en nuestro territorio a una potencia que tiene entablado un conflicto con Corea del Norte desde hace 64 años.

Confesó el exministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, que la misión se hizo después de recibir información de inteligencia, de Estados Unidos, sobre el tránsito “sospechoso” del barco norcoreano, lo cual llevó a las autoridades panameñas a realizar el abordaje el 10 de julio a ocho millas al norte del rompeolas de Colón y durante tres días de inspección y acoso  a la tripulación y al capitán del barco, hecho insólito y sin fundamento legal por parte de Panamá, que expuso al peligro; el servicio neutral del Canal. 

En esa “Operación” en donde asaltamos ese barco, con nuestro “Presidente” al Frente, se utilizó burdamente un pretexto de que en el barco se había fletado desde Cuba, un Gran Cargamento de Droga, que nunca se encontró, a lo que Pyongyang, exigió la liberación "sin demora" del buque y sus 35 tripulantes, defendió la legalidad del envío de un avión de guerra viejo para su reparación aludiendo a un "contrato legítimo" con Cuba. 

El buque norcoreano "Chong Chon Gang" permaneció bajo investigación desde julio de 2013 y su tripulación presa. Las 10.000 toneladas de azúcar, dicen que las guardaron en algún silo del IMA, y ahora no se sabe de ellas, pero todo estos detalles que conforman una perfecta chambonada y autofagia, fueron determinantes para la decisión China de Construir un Canal por Nicaragua, que acaba de iniciarse su obra de construcción y que se establece como una competencia que atenta contra la competitividad de nuestro Canal muy a pesar de la ampliación que aún no acabamos.

Es entendible, que si no podemos actuar con un servicio neutral y utilizamos el paso del Canal como una garita de seguridad de los intereses de seguridad de los Estados Unidos en detrimento de nuestros Propios Intereses de Seguridad Nacional,  tendríamos que asumir el costo de entrometernos en conflictos que no nos pertenecen, pero a los cuales hemos entrado por causa del servilismo y el arrastramiento, buscando acaso un respaldo político en medio de acciones sostenidas de latrocinio público y el desmantelamiento de las instituciones democráticas del país. Algo así como: “un favor para encubrir el desman”.El Gran Canal Chino por Nicaragua, ha dejado de ser una mera especulación, para convertirse en una amenaza a la principal empresa de los panameños, por causa de nuestro comportamiento de traición a nuestros mas caros intereses, por un gobierno que con tal de ganarse el favor de los Norteamericanos, no ahorró ni dignidad, ni cautela y nos introdujo en el carril de la desconfianza del resto de los usuarios del Canal. 

No albergo la más mínima duda, que construido el Canal por Nicaragua, los buques norteamericanos, abandonarán la travesía nuestra, dado que el tránsito de Este a Oeste y Viceversa de los Estados Unidos se ahorrarían por lo menos tres días de navegación y sus consecuentes costos y su lealtad, como es sabido, es esencialmente con su caja registradora. 

Así las cosas, queda claro que lo que el Pueblo panameño logró con mucho empeño, a cuya cabeza estuvo el General Torrijos, hoy la oligarquía rastrera y entreguista lo ha tirado por la borda por medio de la estupidez del Régimen corrupto reciente, que nos ha agraviado grave y profundamente. 

Nos queda restaurar en lo posible la confianza perdida, restaurar el concepto de neutralidad en el servicio público internacional que brindamos y eventualmente acometer las obras necesarias y la eficiencia que nos haga competitivos, y dentro de esa línea convertir el Canal de Panamá en una empresa en donde; el país entero, debidamente representado y no solo los rabiblancos, sean los que tomen las graves decisiones. 

Sea esta, la oportunidad propicia además, para desearles que el Jesús del Pesebre, El Cristo de La Gloria, renazca en cada corazón nuestro y que llenos de Él, deseemos profundamente lo que más le grada a Él; ¡Justicia! 

sábado, 20 de diciembre de 2014

Sobre el 20 de diciembre de 1989

Lápida del Teniente Octavio Rodríguez Garrido
Por: Yiniva Cárdenas.

El 20 de diciembre de 1989 yo era una niña. Hace tiempo había sentido la tensión en el ambiente, el no poder opinar en alto, el miedo a ser escuchado...hasta que un día estalló. Mamá desesperada nos llevó a un mini súper y echó a la canasta todo lo que veía. Al no entender la situación empecé a bromear. Dije algo inapropiado y mamá giró y dijo muy seria: "La vez pasada me preguntaste qué era la guerra...pues ahora estamos en guerra". No recuerdo nada más. Mi mente bloqueó esa Navidad, ese cumpleaños, ese Año Nuevo. No recuerdo nada hasta que todo acabó y buscábamos a mi tío (que era policía) porque estaba desaparecido. No recuerdo nada hasta que los gringos llegaron a Las Tablas camuflados (mínimo estaban en la selva) y fueron recibidos como héroes. Conservo una foto con ellos...mi cara lo dice todo. 

Cuando viajé nuevamente a la Ciudad de Panamá me llevé 2 sustos: 1-Los pasajeros del bus donde viajábamos señalaron ver a lo lejos en la llanura a varios soldados en posición de ataque (yo jamás los vi) y 2- La imagen del Chorrillo devastando dando la bienvenida a la capital. Les digo...EN MI VIDA he visto algo tan impresionante, los edificios estaban cortados a ras como si lo hubiesen hecho con machete.

Después de la pesadilla, Endara, a pesar de todas las criticas, hizo lo mejor que pudo. Gobernó y reconstruyó un país que yacía en cenizas. Jamás nos detuvimos para juzgar a los corruptos o mejor dicho verdugos, nos dedicamos a echar palante', recoger los pedazos y empezar de 0 un país que según proyectaban tardaría 20 años en recuperarse (miren lo que somos ahora). Es más, a los verdugos y corruptos los veíamos después en los malls, las calles y hasta en puestos importantes del gobierno...como si nada hubiera pasado! 

Hasta el día de hoy 25 años después, si aquella niña que fui me preguntara, no sabría contestarle las siguientes preguntas:

- Existe la Tepesa?

- Hay vida después de la muerte o en otros planetas?

- Por qué tuvieron que morir tantos inocentes ese 20 de diciembre?

- Qué impide que declaren la fecha duelo nacional?

- Por qué el panameño perdonó tan fácilmente a aquellos que nos ocasionaron tanto daño?


Por qué? Por qué? Por qué?

Yo pertenezco a aquella generación de niños de la invasión...una niñez que vivió el miedo, la represión, la injusticia y que en pequeña o gran medida fue afectada por uno de los acontecimientos más trascendentales de nuestra historia, una generación que jamás recibió una explicación y que se niega a actuar como si nada hubiera pasado...una generación que no es víctima, sino testigo. Esa generación ha decidido ‪#‎NuncaJamas‬callar, #NuncaJamas censurar su opinión, #NuncaJamas apagar su voz. #NuncaJamas ‪#‎ProhibidoOlvidar‬

Mi homenaje a los patriotas que lavaron nuestro Honor

Por: José Dídimo Escobar.

Se sembró el terror con miles de bombas de alto poder explosivo que reventaron la tranquilidad de una noche víspera de la Navidad. Se disparó cientos de misiles guiados por rayos láser, balas trazadoras y explosivas por toneladas, un laboratorio de crueldad y muerte.

Experimentaron un nuevo complejo de armas y técnicas militares que se cebaron con gente humilde, inocente y desprevenida. Aviones de guerra de última generación, helicópteros jamás vistos, hicieron su prueba de fuego, y ciertamente mataron  y destruyeron hasta saciarse. 

Se Usó  una desproporción de fuerza, que jamás se había utilizado. No sólo se prendió al Chorrillo, también en Río Hato, Colón, Tinajita, Cimarrón, el Aeropuerto Omar Torrijos. No hubo diferencias entre sitios militares y civiles, porque la ciudad de Panamá fue teatro de un crimen atroz que no conoce parangón histórico. 
El Primer caído resultó ser un grande amigo y hermano de luchas patrióticas y Nacionalistas. Lo acribillaron a la entrada del Chorrillo y lo remataron ya muerto, pasándole un tanque de guerra por encima. Sus vísceras destrozadas, fueron como las de la patria entera. 

Gustavo Torreglosa, con quien compartí muchas jornadas de amor patrio, era un extraordinario ser humano. Desprendido, Presidente del Movimiento de la Juventud Panameña (MJP), cuando a mi me tocó ser el Secretario General de la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP). Los dos fuimos escogidos en el verano de1989 como presidentes honorarios de la Juventud del PRD.

A Todos los que el sentido de patria, que en ese día fue incriminado y tuvieron que pagar el precio con sus vidas, a esos miles de compatriotas mártires, a los que en 25 años no se les ha hecho justicia, ni el reconocimiento por haber hecho lo que el deber mandataba, a esos que cerraron sus ojos naturales para siempre; forzados por la violencia de la masacre. A esos que siendo militares, resistieron con honor la agresión que nunca tendrá justificación, a ellos todos; este homenaje, porque con su sangre abonaron la vergüenza nacional, y se dejó constancia para la historia, que en esta tierra, no todos son cobardes y  traidores y siempre habrá, por esa semilla sembrada, frutos de dignidad, honor y Decoro. 

Cada año que pasa desde aquel aciago día, sin que examinemos como sociedad, con la mayor responsabilidad y objetividad, todos los hechos que traspasaron nuestras entrañas, no podremos retomar el camino de la Paz y el sosiego, que sólo será posible cuando asumamos el camino de la Justicia. 

En este día del Dolor Nacional, pido a Dios Nuestro Señor Jesucristo, quien padeció y murió en la Cruz por nuestros pecados, y luego resucitó con Gloria, que podamos como lo hizo El, con un Amor Verdadero, Declarar que perdonamos a todos los que mataron y asesinaron y que El extienda hacia todos nosotros sus manos de misericordia y nos guíe para levantarnos desde el angustiado estado en que se retuerce nuestra sociedad. 

viernes, 19 de diciembre de 2014

Causa Justa: La reflexión impuesta


Por: Luis Flórez Karica.

La primera experiencia que tuve con el concepto "guerra" fue cuando apenas tenía uso de razón. Estábamos en la casa de mi bisabuela, que en aquel entonces vivía en Bella Vista, en un edificio épico denominado "La Chiqui", muy cerca de el sector de Perejil, en la capital panameña.  Era noche buena, y bajo la sombra del arbolito navideño, había un pequeño paquete con mi nombre.

Pasada la media noche, abrí cuidadosamente el obsequio, que no era más que dos bolsas de soldaditos de guerra. Unos grises representando a los alemanes; y otros verdes representando a los "gringos", y utilizo este concepto porque así lo hemos hecho en Panamá durante los últimos 100 años.

La segunda experiencia fue muy diferente.  Siendo un adolescente de 14 años, estaba tirado en el sofá de un humilde apartamento (donde vivía con mi madre), ubicado en la avenida 11 de octubre (día de la Revolución panameña, que después de la invasión a Panamá se cambió a 12 de octubre, día de la hispanidad). Era la noche del martes 19 de diciembre de 1989. No recuerdo la película navideña que estaba viendo en ese momento a través de la pequeña televisión Crown de 14 pulgadas, cerca de la media noche.  Solo sé que los fuegos artificiales eran mas intensos que lo acostumbrado, hasta que llegó una vecina con la trágica noticia: Estados Unidos estaba invadiendo Panamá.

Lo que pasó después es conocido por todos: El presidente de la República de entonces (Guillermo Endara Galimany), ignorando el clamor de los familiares de todos los desaparecidos y muertos producto de la invasión, decretó el 20 de diciembre como "día de reflexión".

Todos los gobiernos siguientes se han esforzado de una manera tremenda en deshonrar la memoria de los caídos.  Tampoco se hace reconocimientos (ni económicos, ni morales) a los sobrevivientes.

La invasión a Panamá dejó más muertos que los caídos del 9 de enero de 1964. Una fecha que hoy denominamos en Panamá como día de los mártires. Sin embargo, 25 años después, quienes nos sentimos afectados por la fragante violación a nuestra soberanía (sin contar en su totalidad a nuestros muertos) nos hemos tenido que conformar en conmemorar la fecha como un simple "día de reflexión".

Ningún gobierno después de la invasión ha honrado la memoria de aquellos que, pensando que actuaban de forma correcta, cumplieron con el mandato de la constitución: "Todos los panameños están obligados a tomar las armas en defensa de la independencia nacional y la integridad territorial del Estado en caso de amenaza de una nación extranjera".

Quienes lo hicieron, y sobrevivieron al conflicto, jamás pudieron trabajar en ningún gobierno, hasta que Benjamín Colamarco, (Comandante de los Batallones de la Dignidad) fue designado como Ministro de Obras públicas en la administración de Martín Torrijos Espino, hijo del General Torrijos, quien tuvo en su despacho la Ley que declaraba el 20 de diciembre como "Día de duelo nacional", pero la desestimó, supongo yo que por presión de los gringos (Ojalá algún día Martín me pueda explicar las razones por la cuál no sancionó esta Ley).

25 años después, algunos panameños como yo, celebramos el día de la reflexión (día de la invasión de los Estados Unidos a Panamá), con bailes típicos, galleras y cantinas abiertas al aire libre. Si esta reflexión impuesta tuviera un poco de respeto hacia aquellos y aquellas que murieron convencidos de que hacían lo correcto, al menos debería existir alguna privación en cuanto a actividades relacionadas con el expendio de bebidas alcohólicas.

Son muchos los pueblos del interior del país que hoy, 20 de diciembre, tienen los toldos y jorones listos para el baile, la gallera, la jerga y la juma.

Es como si la operación, denominada en aquel tiempo por la administración de George Bush como "causa justa", se hubiera sembrado en la piel de los panameños como una liberación, y no como lo que fue, la mas perversa agresión militar de una potencia extranjera contra un país indefenso.

SEÑOR PRESIDENTE JUAN CARLOS VARELA: DECLARE EL 20 DE DICIEMBRE DÍA DE DUELO NACIONAL

martes, 16 de diciembre de 2014

Panamá: La invasión norteamericana de 1989


Por: Mauro Zúñiga Araúz.
Rebelión, 16 de diciembre 2014.
Este año se cumplen 25 años de la cruenta e infame invasión del los EEUU a nuestro país,  que dejó un saldo de más de 3,000 panameños muertos e incontables heridos y discapacitados,  además de la destrucción de gran parte de la economía nacional. A un cuarto de siglo de ese funesto suceso, es obligatorio hacer un análisis lo más próximo posible a la objetividad. No podemos interpretar lo que sucede en Panamá  sin aceptar que somos un protectorado norteamericano. La historia está llena de evidencias. Cada funcionariado de alto rango que nombra el gobierno tiene que tener el visto bueno de la embajada de los EEUU.
Manual Antonio Noriega fue reclutado por la CIA cuando estudiaba en la academia militar El Chorrillo en Perú. A partir de entonces fue un obediente discípulo. Todas sus actividades llictas se llevaron a cabo por órdenes de esa institución; pero como es su norma, los EEUU los utilizan y los desechan cuando las situaciones se complican y, como lo he señalado antes, para ellos después que se mantenga abierto el Canal y su Centro Financiero, lo demás carece de valor.
La primera clarinada pública que se dio en Panamá de repudio al régimen dictatorial de Noriega  fue en noviembre y diciembre de 1984 cuando surgió la Coordinadora Civilista Nacional, Co.Ci.Na, que movilizó a más de 150,000 personas. Este movimiento estuvo dirigido por los sectores medios. A partir de allí los EEUU empezaron a buscar el remplazo al régimen militar y, cuando lo estructuraron, invadieron al país con la bandera de Causa Justa. ¿Era necesaria la invasión para capturar a Noriega?  Marc Cisneros, quien dirigía el Comando Sur de los EEUU,  decía que cuando recibiera la orden de captura y se estaba tomando una cerveza, lo retenía y al regresar, la cerveza aún estaba fría.  Con toda la tecnología de espionaje con que disponen los gringos, en  ningún momento le perdieron la pista al General panameño.  Entonces, ¿por qué invadieron? ¿Para proteger el Canal? Falso: en ningún momento estuvo en peligro. ¿Para destruir a las Fuerzas de Defensa? Falso: ellos las han mantenido desde su fundación y bastaba con quitarle el apoyo para que desparecieran.  ¿Para ensayar armas de destrucción masiva? Sí, eso se comprobó. Los resultados de la invasión: hacer   a su  protectorado aún más dependiente y crear en sectores de la población la idea de que nos quitaron a un dictador.
Mataron a más panameños en pocos días que a los ejecutados durante todo el régimen militar.
Lamentablemente, el lavado de cerebro permanente del que es víctima nuestra población hace que abracemos al enemigo y agredamos al amigo.

martes, 7 de octubre de 2014

Acerca del Curso: “Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos de América”.



Por: Bolivar Perigault Sánchez.

La asignatura “Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos” se creó por medio de la Ley No.31 del 29 de enero de 1963, la cual fue sancionada por el Excelentísimo Señor Presidente de la República Don Roberto Francisco Chiari. Esta Ley se gestionó gracias a la mediación  e iniciativa de los docentes y estudiantes de la Escuela de Diplomacia ( hoy Escuela de Relaciones Internacionales ) de la Facultad de Administración Pública y Comercio y la misma, fue respaldada por amplios sectores de la sociedad organizada y diferentes gremios estudiantiles, entre los cuales se encontraban los universitarios.
La Ley 31 de 29 de enero de 1963, vino a llenar un vació curricular en un período histórico de luchas nacionalistas y de confrontaciones ideológicas a lo interno de nuestro país, frente a las justas aspiraciones panameñas por recuperar nuestra soberanía en la otrora “Zona del Canal”, ocupada por los norteamericanos, la cual, con el correr de los años, a partir de 1903, se convirtió en un “enclave colonial” enclavado en el corazón del territorio nacional.
No se trata de cualquier cátedra de historia, ni tampoco ésta se puede abstraer de la misma. Lo cierto es que la intención del legislador en aquel entonces era la de fortalecer nuestro sentido de pertenencia y de patria, mediante los contenidos académicos que entornan dichas relaciones.
A raíz de los trágicos sucesos del 9 de enero de 1964, el presidente Roberto F. Chiari, en un gesto inédito, rompe relaciones diplomáticas con los Estados Unidos y a partir de allí, toma fuerza la idea de fortalecer los contenidos nacionalistas en dicha cátedra, en fe de lo cual la Escuela de Diplomacia introduce en su eje curricular el Curso de “Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos”, como materia fundamental de la carrera. Dicho curso  tenía como objetivo, fortalecer el perfil de los egresados mediante diferentes actividades académicas y nacionalistas, las cuales contaban con la participación de las mentes más preclaras de la época. Fue así, como en nuestra escuela desfilaron altos personajes de la diplomacia, la historia, la cultura, las artes y el derecho.
La cátedra de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, tomó fuerza debido a su papel de concienciar las mentes y los corazones de sus estudiantes. Luego, en la década de 1970, específicamente en 1973, por iniciativa de la Escuela de Relaciones Internacionales, a través de su Dirección Colegiada, y con el apoyo de la Escuela de Geografía e Historia de la Facultad de Filosofía, Letras y Educación, y por gestión del Ministerio de Educación, dirigido entonces por el Doctor Aristides Royo Sánchez,  se realizó el Primer Seminario de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, - con el respaldo del Doctor Rómulo Escobar Bethancourt, Rector de la Universidad de Panamá,- el cual fue todo un éxito, ya que contó con los mejores especialistas en la materia, quienes le dieron un enfoque multidisciplinario, toda vez que dichas relaciones, no podían contemplarse desde un punto netamente histórico debido a la multiplicidad de factores que la entornan desde su nacimiento. Así, los participantes de este Primer Seminario pudimos disfrutar de diferentes temas con enfoques: históricos, geográficos, económicos, ecológicos, políticos, sociales, sociológicos, antropológicos, de género, de Derecho Internacional y de Tratados Internacionales, entre otros,  los cuales abrieron un abanico de posibilidades al estudioso de esta materia. Un Segundo Seminario se realizó con igual éxito al año siguiente.
Desde entonces, la Cátedra de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos se implementó en los colegios secundarios de manera obligatoria e igualmente, en la Universidad de Panamá en las diferentes carreras de pre grado.
Gracias al trabajo de los docentes en dicho curso, tanto en la educación media como a nivel universitario, se logró fortalecer el sentido de pertenencia  y se afianzaron los contenidos de los sucesos históricos que entornan dichas relaciones con un enfoque interdisciplinario en defensa de la construcción del Estado nacional. 
Esta temática, vuelve a ser noticia hace un par de años, cuando la Diputada Dalia Bernal promueve un  Proyecto de Ley,   con muy buenas intenciones en cuanto al contenido histórico, pero distorsionado  en su enfoque académico.
Este proyecto para eliminar del currículo el nombre de la asignatura Relaciones entre Panamá y los  Estados Unidos, contó con el aval e impulso del el Ministerio de Educación, y desde su inicio generó las críticas tanto de políticos como de educadores y de la ciudadanía en general.
Sucede, que a vista somera del mismo, se puede apreciar que de lo que se trataba era de aniquilar el estudio de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, al insertarla dentro de un esquema curricular elaborado por el Ministerio de Educación, que la ubicaba dentro de los estudios históricos de la Época Republicana y Departamental.
En su momento, el diputado perredista Rubén De León, entre otros,  cuestionó tal propuesta, argumentando que pareciera que el objetivo es hacer que las futuras generaciones olviden la importancia de la lucha generacional que hubo por la recuperación de nuestra soberanía; en tanto que la Viceministra de Educación, Mirna de Crespo, manifestó que se establecerían dos áreas de la historia de Panamá, a saber: historia prehispánica e hispánica de Panamá y la historia departamental y republicana de Panamá, por lo que únicamente se iba a eliminar la denominación; mientras que los contenidos se incluirían en la parte de la Historia Departamental y la Historia Republicana de Panamá”.
El asunto no es tan sencillo como eliminar dicha denominación. De lo que se trata es de aniquilar la Cátedra para luego, con contenidos históricos dispersos intentar explicar, de manera histórica, las relaciones entre Panamá y los Estados Unidos.
Entre los fines de la educación se contemplan:
“Contribuir al desarrollo integral del individuo con énfasis en la capacidad crítica, reflexiva y creadora, para tomar decisiones con una clara concepción filosófica y científica del mundo y de la sociedad, con elevado sentido de solidaridad humana”
El Curso de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos contribuye decisivamente a la formación integral del discente, orientándolo de manera positiva hacia el logro de una capacidad de análisis crítico y reflexivo frente a cada uno de los temas abordados ya que los mismos se nutren de diferentes ejes transversales provenientes de diversas disciplinas, de manera tal que los sucesos históricos son vistos bajo otra perspectiva y, a su vez, son desarrollados con miras a la formación de un ciudadano con conciencia de patria, sentido de pertenencia, capaz de analizar, interpretar, reflexionar y defender sus identidad nacional.
“Coadyuvar en el fortalecimiento de la conciencia nacional, la soberanía, el conocimiento y valorización de la historia patria; el fortalecimiento, la independencia nacional y la autodeterminación de los pueblos”.
El Curso de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos contribuye al fortalecimiento de nuestra memoria histórica, a través del conocimiento y análisis de la lucha generacional panameña por el rescate de nuestra soberanía y el afianzamiento de nuestra identidad nacional. Desde este aspecto, tales contenidos históricos deben contribuir al perfeccionamiento de nuestro Estado Nacional.
“Favorecer el desarrollo de actitudes en     defensa de las normas de justicia e igualdad de los individuos, mediante el conocimiento y respeto de los derechos humanos”.
El Curso de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos contribuye al desarrollo de actitudes y valores tendientes a la búsqueda de la justicia  social y del respeto tanto de los Derechos Humanos como de las normas del Derecho Internacional Público y del Derecho Internacional Humanitario. Esto se logra mediante el enfoque por competencias que fundamentado en una visión constructivista, que reconozca  al aprendizaje como un proceso que se construye en forma individual, en donde los nuevos conocimientos van tomando sentido al estructurarse con los previos y en su interacción social; de esta manera, y para el logro de este fin, el curso  conecta los diferentes sucesos históricos con las diversas disciplinas, sobre todo políticas, jurídicas y sociológicas.
Es por ello que este curso se desarrolla bajo un enfoque por competencias que conlleva a un planteamiento pertinente de los procesos de enseñanza y aprendizaje, actividad que compete al docente, quien promoverá la creación de ambientes de aprendizaje y situaciones educativas apropiadas a dicho enfoque.

“Fomentar el desarrollo, conocimiento, habilidades, actitudes y hábitos para la investigación y la innovación científica y tecnológica, como base para el progreso de la sociedad y el mejoramiento de la calidad de vida”.
El Curso de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos contribuye para fortalecer el perfil discente fomentando su desarrollo integral en valores y mejorando su capacidad de saber actuar en una situación; mediante el uso coherente de recursos (saber, saber hacer y saber ser) para resolver una situación problema en un contexto dado utilizando recursos propios y del entorno, dentro de las diferentes dimensiones, sean cognitivas, procedimentales, afectivas, interpersonales y valorativas. 

La necesidad de que el contenido de esta asignatura fuese conocido por los panameños, principalmente por los jóvenes estudiantes, estaba íntimamente ligada con los esfuerzos que nuestro pueblo venía llevando a cabo por el reconocimiento de la soberanía de Panamá en la antigua “Zona del Canal”, por la importancia geográfica de nuestro istmo y para que se conociera el control desmedido que los Estados Unidos de América  mantenía sobre esta franja de tierra.
         Ciertamente, nuestro pueblo sufrió momentos muy difíciles, los cuales,  de no haber sido conocidos por los panameños, posiblemente no hubiésemos recuperado el Canal, a falta de luchas nacionales y, por consiguiente, hoy la historia sería otra.
         Los sucesos que hemos vivido desde que los Estados Unidos de América legalizaron su presencia en nuestro país, deben ser del conocimiento de todos los conciudadanos, ya que dicho conocimiento es una herramienta para analizar y reflexionar sobre los procesos sociales, políticos, económicos, culturales; la formación de nuestra identidad nacional y sobre el significado que tiene el hecho de haber alcanzado con éxito la compactación de nuestro Estado Nacional, que se encontraba cercenado por el control ejercido por los norteamericanos. Tal conocimiento es el que contribuye para afianzar en cada uno de nosotros el sentido de pertenencia hacia lo nuestro, lo cual es muy importante para un buen desempeño profesional.
         El Proyecto de Ley para restablecer la asignatura de “Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos”  a nivel de Educación Media, debe ser respaldado por todos a efecto de que se concrete en Ley de la República y en la misma, se debe considerar, como en efecto, y así se hizo desde sus inicios, que los egresados de la Escuela de Relaciones Internacionales también sean considerados para dictarla, debido a su formación multidisciplinaria, lo que les habilita para ello. En igual medida, seguiremos luchando para que dicha Cátedra se restablezca a nivel de Educación Superior en las diferentes universidades tanto públicas como privadas.


lunes, 11 de agosto de 2014

Azafata panameña jubilada en Estados Unidos Comenta sobre prohibición de afros y trenzas en COPA Airlines.

Norma Lewis
"Soy orgullosamente afropanameña y recién jubilada de azafata con una de las megas compañías de los Estados Unidos. Luciendo el afro o trenzas no tiene absolutamente nada que ver con higiene", continuó acotando la exazafata quien, además, es enfermera.

Norma Lewis, una panameña que laboró como azafata en una de las aerolíneas más grandes de Estados Unidos, hoy día de vuelta a su terruño, ha señalado: "Tengo colegas con varias compañías hoy día luciendo su afro o trenzas y bellas".

Su comentario, colocado en las redes sociales, ha venido a cuento por la prohibición de la línea aérea de bandera nacional, COPA Airlines, a sus azafatas afropanameñas de portar su cabello natural (afros) y peinarse con trenzas, durante sus labores a bordo de las aeronaves.

"Soy orgullosamente afropanameña y recién jubilada de azafata con una de las megas compañías de los Estados Unidos. Luciendo el afro o trenzas no tiene absolutamente nada que ver con higiene", continuó acotando la exazafata quien, además, es enfermera.

En efecto, mientras que en COPA se les ha impuesto a las sobrecargo afropanameñas tener que emplear químicos o plancharse el cabello para lucir la "uniformidad" del personal que atiende a bordo, en UNITED, que forma parte del mismo conglomerado Star Alliance, las azafatas afrodescendientes laboran sin esas limitaciones y ejerciendo su derecho, como seres humanos, a portar su identidad sin que ésta sea menoscabada o desvalorizada bajo ningún pretexto.

“Como azafata jubilada puedo gritar a los cuatro vientos que jamás pueden negarle a una azafata el uso de trenzas o afro. Ellas solo deben mantenerse dentro de las normas del Departamento de Imagen es decir cabello hacia atrás y no en la cara”, señala la panameña Norma Lewis, con base en su vasta experiencia profesional.

Cien años del canal y el Instituto Nacional de Panamá

El Canal de Panamá en Construcción

Por: Bolívar Perigault Sánchez.

Estamos de fiesta. Nuestro Canal celebra sus 100 años de existencia. Al volver la mirada retrospectivamente, vemos que quedaron atrás los infortunios, los vejámenes y las injerencias militares extranjeras en nuestro territorio. Es bueno recordar, porque como lo decía el poeta Ricardo Miró, “la Patria es el recuerdo, pedazos de la vida, envueltos en jirones de amor o de dolor…” Son esos recuerdos los que habilitan y fortalecen nuestro sentido de pertenencia y también los que afirman en cada panameño y panameña la identidad nacional.

Sobre los antecedentes, construcción y evolución del Canal de Panamá me he referido en diversas entregas; sin embargo, es bueno recordar que la llegada formal de los Estados Unidos de América a Panamá, en función  al Canal, guarda relación directa con la promulgación de la Ley Spooner, en junio de 1902, la cual autorizaba la compra de las acciones del Canal, por un monto que no excediera los cuarenta millones de dólares. Un año después, Panamá nace a la vida internacional como República, al separarse de Colombia el 3 de noviembre de 1903. Las referencias acerca de los hechos que rodearon este suceso histórico, abundan en la bibliografía de los historiadores, tanto nacionales como extranjeros.

Lo cierto es que el 18 de noviembre del mismo año, Panamá firma con los Estados Unidos de América la Convención del Canal Istmico, mejor conocida como Tratado Bunau Varilla-Hay por medio del cual, le concedían a los norteamericanos concesiones que afectaban el ejercicio de la jurisdicción y la soberanía nacional en todo su territorio y a partir de esa fecha, la República de Panamá inicia la lucha generacional por el rescate de su plena jurisdicción y derechos soberanos.

El Instituto Nacional de Panamá, por su parte, nace a la vida ciudadana, junto con la República, en 1907,  y digo “vida ciudadana”, honrando las palabras de la Doctora Reina Torres de Araúz, cuando expresó con sabiduría, que el Nido de Águilas no gradúa bachilleres sino ciudadanos comprometidos con el bienestar de la patria.   Es por ello que ambas instituciones están indisolublemente ligadas en el tiempo y el espacio. Tanto es así que durante la época republicana, todas las generaciones de aguiluchos enarbolaron la bandera de las justas aspiraciones del pueblo panameño por recuperar nuestro Canal, lo que nos costó lágrimas, dolor y muerte, hasta que el 31 de diciembre de 1999 a medio día, y gracias al Tratado Torrijos-Carter, se hizo realidad ese sueño generacional. Desde ese día, el Canal está administrado por Panamá con los más altos niveles de eficiencia y excelencia,  por lo cual todos debemos sentirnos orgullosos. 

Tanto el Canal como el Instituto Nacional forman parte de nuestra memoria histórica. Sus orígenes, evolución y logros deben siempre estar presentes en las mentes y en los corazones de las presentes y futuras generaciones. Eso sólo puede lograrse mediante la educación. De allí, la creación de la Cátedra de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos en 1973. 

Como educador comprometido con dicha Cátedra, misma que facilito desde hace 40 años en mi condición de Profesor Titular de la Universidad de Panamá, aprovecho esta magna fecha para denunciar a los enemigos del Canal y de nuestra memoria histórica; mismos que, a pesar del cambio de gobierno, siguen enquistados, cual cáncer mortal, en el Ministerio de Educación en posiciones de autoridad  y quienes, en su momento, fueron declarados “non gratos” por este prestigioso y combativo plantel educativo. ¡Ojo Señora Ministra! Hay que sanear nuestra educación liberándola de quienes siempre han luchado a capa y espada por anular y eliminar dicha cátedra. Muy por el contrario, hay que doblar esfuerzos por fortalecerla a fin de afianzar nuestro sentido de pertenencia, soberanía e identidad nacional.

martes, 5 de agosto de 2014

RACISMO: UNA REALIDAD EN PANAMÁ

Ciudadano panameño realiza fuertes denuncias contra el Banco Universal de Panamá al discriminarlo. "Yo no soy un delincuente por el simple hecho de ser diferente. El Banco Universal me ha tratado como un delincuente".

Camilo en la puerta del Banco
Por: Camilo Barnett - Panamá.

Yo no soy un delincuente por el simple hecho de ser diferente.
El Banco Universal me ha tratado como un delincuente.
Soy Camilo Barnett, panameño,cédula 8-334-346, miembro de la Comunidad Rastafari de Panamá. Laboro en la multinacional Dell como Supervisor en el Departamento de Prevención de Fraude.
El lunes 28 de julio, recibí una llamada a las 11.42 am de una representante del Banco Universal, para informarme que tenían un cheque para mí, por la suma de US$ 78.00. Se trataba de un saldo en una cuenta de Navidad que abrí en el año 2013, aprovechando un plan promocional que dicha institución financiera ofreció a los empleados de la compañía Dell. Al responder a la llamada telefónica, le dije a la representante que pasaría por el banco cuando tuviera el tiempo. Fui el día 30 de julio.
Cuando llegué a la puerta del Banco Universal, el guardia de seguridad me hace la revisión, me pasa el detector, y todo bien. Cuando iba a entrar al banco, un señor que estaba adentro es decir del otro lado de la puerta de vidrio me dijo que esperara. Después de unos minutos, me informó que no podía entrar. Le pregunto por qué, y me dice: “Por el turbante” [que llevaba en la cabeza]. Le dije que esto no era una gorra como indica un letrero en la puerta, que señala algunas prohibiciones.
Seguidamente, le dije [al mismo señor] que por favor me llamara al gerente o a su jefe. Nadie vino a la puerta para atender mi requerimiento. Ante eso, marqué el número de teléfono de la representante del banco que me llamó el lunes 28 de julio y le informé que yo era Camilo Barnett, la persona que ella había llamado pidiendo que pasara por el banco, y que estaba afuera, en frente del banco, en Avenida Perú, y que no me dejaban entrar. La representante me dijo que me esperara, que ella iba a llamar para ver qué pasaba.
La volví a llamar, después de unos minutos, y me informa que dicen que tengo una gorra puesta, y por eso no me permiten la entrada.
Por coincidencia, vi un camión del Canal 13, al otro lado de la calle, crucé y le dije a la persona que estaba parada al Volví a cruzar la calle, dirigiéndome al banco. En eso, mi teléfono comenzó a sonar. Resulta que era la misma muchacha del banco. Su teléfono es 237-6197. Contesté diciéndole que me estaban haciendo pasar una pena grandísima, y que yo había acudido al banco en virtud de la llamada que recibí.
Allí, en ese momento, además del bochorno que ya estaba pasando, ocurrió lo que yo menos esperaba; lo más insólito. La empleada del Banco Universal me preguntó si yo podía darle un número de cuenta de otro banco con el cual yo tenga una cuenta, para transferirme los fondos, ya que no iba a poder entrar. Eso fue el colmo de los insultos. Me sentí menos que un ser humano.
Caminé hacia la puerta del banco para tomarme una foto como evidencia para hacer la denuncia de este caso. Cuando iba tomarme la foto, el señor que estaba parado detrás de la puerta de vidrio comenzó a hacerle señas al guardia de seguridad para que sacara su arma y me intimidara para que no me tomara la foto. El guardia de seguridad le respondió que no podía hacer eso, porque yo no estaba haciendo nada, y que él [el guardia] no fue contratado para eso y, además, el banco no estaba en peligro de atraco.
El Banco Universal es el primer banco en Panamá donde me pasa esto que acabo de relatar. Me siento muy indignado pero a la vez confundido, ya que no soy un delincuente, y todo indica que me están discriminando por mi apariencia; por portar un turbante que cubre mis largas trenzas (dreads). Me discriminan por Negro, aunque seguro que lo negarán, igual que lo negarán todos los que en este país niegan que hay racismo.
Soy un profesional de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), con un número importante de personas bajo mi supervisión. Precisamente, mi labor cotidiana es la prevención del delito. El Banco Universal me ha tratado como un delincuente. Yo no soy un delincuente por el simple hecho de ser diferente.
Cuando el Banco Universal le ofreció la promoción a los empleados de DELL, para que los interesados abriéramos la Cuenta de Navidad, yo tenía mi turbante en la cabeza. Ahora, ellos me niegan la entrada al banco.
A Panamá, para ser un “país del primer mundo”, como algunos quieren pintarlo, le falta mucho en cuanto al respeto de los derechos humanos. La discriminación racial existe en este país, aunque algunos lo nieguen, y a eso hay que ponerle punto. ¡NO AL RACISMO EN PANAMÁ!
 
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